(DPA, ANSA) - La Universidad de Amsterdam, Holanda, utilizando un programa de computación que mide y reconoce emociones, ha "determinado" el sentimiento que predominaba en la famosa dama florentina que pintó Leonardo da Vinci entre 1503 y 1506. Para ello han utilizado una computadora de última generación que "descifró" el gesto enigmático de La Gioconda.
El programa determinó que, en su mayor parte, sonríe de alegría. El estudio ofreció la siguiente clasificación digital de los rasgos faciales de La Gioconda, o mejor dicho, de las emociones involucradas en su sonrisa:
83% se debe a la felicidad9% es sentimiento de disgusto
6% de miedo
2% de enojo
Los valores fueron detallados en un estudio que fue publicado en la revista británica New Scientist.
El programa de la computadora fue desarrollado por científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, y guarda rasgos faciales para crear una "expresión neutral media" que se utiliza como estándar para comparar con otros rasgos. Con este programa analizaron la curvatura de los labios de La Gioconda y las arrugas alrededor de sus ojos, y relacionaron los datos obtenidos con seis emociones básicas.
De acuerdo a las declaraciones de los creadores del software, este programa de computación es capaz de determinar en una foto o una pintura si el personaje retratado está feliz, alegre o, quizás un poco enojado. En concreto, el estado emocional en que se encontraba la persona en el momento en que se lo estaba representando.
Se han ofrecido muchas teorías sobre el misterio de la sonrisa de Mona Lisa, pintada por el célebre renacentista italiano, también escultor, ingeniero y arquitecto. En 2003, Margaret Livingstone, una científica de la Universidad de Harvard, afirmó que la sonrisa de La Gioconda "es aparente" y lo que represente depende del punto de vista en que se encuentre el espectador. "Una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en que el ojo humano procesa las imágenes", determinó Livingstone.
La Gioconda, que se encuentra en el Museo del Louvre, París, es uno de los cuadros de Da Vinci que nunca han sido tasados. El rostro que esconde facetas pícaras, sensuales o ingenuas, está plasmado con óleo sobre una tabla de álamo de 77 x 53 centímetros y distintas versiones indican que sería el retrato de una dama florentina de nombre Lisa Gherardini, casada en 1495 con Francesco del Giocondo; de allí provendría uno de sus nombres.
